Dos de las fuentes más solventes de que disponemos en España para conocer la evolución de los precios de los pisos han suministrado estos días cifras esperanzadoras, que pueden ser el prólogo de un moderado cambio de tendencia en los precios, que vienen cayendo de forma sistemática casi desde el año 2007. Las ventas de pisos, en todo caso, siguen cayendo y la formalización de hipotecas está bajo mínimos. Pero los precios muestran desde después del verano algunos signos de cambio a mejor.
La estadística oficial difiere todavía aunque cada vez con menores señales de caída. El Ministerio de Fomento ha diagnosticado un descenso de apenas el 0,4$% en el tercer trimestre sobre el trimestre anterior, que en términos anuales, cuando se compara con el tercer trimestre del pasado año, se convierte en una caída del 4,5%. El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de dar a conocer este lunes la primera señal alcista en los precios desde el año 2010, al informar de un crecimiento del 0,7% en el tercer trimestre del año sobre el trimestre inmediatamente anterior, el segundo, aunque la comparación anual es aún negativa, un 7,9% por debajo del mismo trimestre del año pasado. Son tan modestos los niveles de venta que estos cambios en los precios medios de las operaciones realizadas adquieren una relevancia menor.
Hay que recordar que las ventas actuales de pisos con casi cuatro veces inferiores a las del mejor momento del esplendor inmobiliario, hace cinco o seis años. Por ello, la validez de la subida que acaba de anunciar el INE debe ser tomada con bastante cautela. En el tercer trimestre del año, el nivel de precios de los pisos se movía en torno a un 35% por debajo del que estaba vigente en el año 2007, descenso que ha sido mayor en el caso de los pisos de segunda mano, que se habrían depreciado en torno a un 42% en estos seis años, que en los pisos nuevos, que ahora salen a la venta un 27% más bajos que en el año 2007. La bajísima demanda existente no permite más alegrías.
La situación más dramática sigue centrándose en los pisos de segunda mano, que se encuentran ahora un 42% más bajos en precio que hace seis años, lo que constituye un serio revés para muchos españoles que habían depositado en la vivienda una parte sustancial de su patrimonio, con la esperanza de hacerlo líquido, convirtiéndolo en dinero contante y sonante, en el momento en que lo necesitaran.
Por desgracia para este amplio colectivo, la venta de viviendas ha sido una importante decepción, en especial para los que compraron pisos a precios desorbitados en la época gloriosa del sector inmobiliario español. Las cifras de Fomento, que difieren algo de las del INE, señalan que entre el año 2005 y el primer trimestre del año 2008 (periodo en el que se alcanzan los niveles de precios más elevados), los precios habían aumentado en apenas tres años un 25%. Los compradores que se incorporaron al mercado en aquellos momentos son los que más crudamente están sufriendo ahora la crisis, ya que ese exceso de precios será casi imposible de recuperar.
Tras llegar en los primeros meses del año 2008 a máximos, la pendiente bajista no se ha detenido y ha llegado a situarse de media en torno a un 37% por debajo de sus máximos, lo que da idea de las pérdidas en las que han incurrido los compradores de hace casi seis años, muchos de los cuales hicieron su inversión pensando erróneamente en la continuidad indefinida de las alzas. No ha sido así y todo parece indicar que la senda de los precios está volviendo a cauces más normales. Que esta recuperación sea consistente parece bastante improbable. La recuperación de los niveles de precios de hace cinco o seis años no parece estar en el terreno de las posibilidades, ni siquiera a medio plazo. Las previsiones de los expertos apuntan a un lento y prolongado ciclo de recuperación, pero sin las alegrías del pasado.
Link
