Las 341 VPO vendidas durante los diez primeros meses del año arrojan el mínimo de toda la serie estadística, que se remonta al año 2007. Por aquel entonces, se vendieron en Granada 866 viviendas de protección oficial; un año más tarde, fueron 752 operaciones, mientras que en 2009 se alcanzó el que hasta ahora ha sido el máximo histórico, con la compraventa de 1.358 VPO. Desde entonces, los datos se han ido rebajando, pero ninguno ha sido tan raquítico como el de este 2013. No hay más que comparar con las cifras del año pasado. En plena crisis, los promotores públicos y privados de vivienda protegida lograron vender en Granada 482 VPO, lo que significa que desde entonces, en un solo año, las transacciones de este tipo de inmuebles se han reducido un 29,2%.
No hay duda, la VPO se ha llevado la peor parte de una crisis que ha dejado al sector inmobiliario por los suelos. Ese descenso de casi un 30% de las ventas en la vivienda protegida contrasta con la evolución de la vivienda libre. La eliminación de los beneficios fiscales provocó a principios de año un incremento inusual de las operaciones de compraventa, que todavía se deja notar en las cifras anuales. En lo que va de año, se han vendido en Granada 5.202 viviendas libres, un 3,9% más que en el mimo periodo del año pasado, cuando se colocaron a compradores con posibilidades 5.002 inmuebles.
Como el mercado libre es el que verdaderamente pesa, la cifra global de la actividad inmobiliaria también registra, por el momento, un balance positivo. Contando tanto con las viviendas libres como las de protección oficial, los promotores y particulares granadinos han logrado vender entre enero y octubre un total de 5.543 viviendas, un 1% más que en los diez primeros meses del año pasado.
El problema es que, a la vista de la evolución de los últimos meses, difícilmente la actividad inmobiliaria cerrará el año con un signo positivo. Porque, exceptuando los dos primeros meses del ejercicio -por la traslación estadística de las operaciones registradas a final de año- y el mes de abril -por el llamado efecto Semana Santa-, los datos no han sido nada positivos.
Sirva octubre como ejemplo: las 553 ventas de vivienda registradas arrojan un descenso del 4,3% respecto al mismo mes del año pasado, cuando se vendieron 578 inmuebles. Y el caso es que octubre no ha sido el único mes con signo negativo, puesto que Granada acumula ya seis meses consecutivos en los que la actividad inmobiliaria se ha reducido hasta un 29,5%.
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