Según el último informe de la patronal de empresas fabricantes de productos de construcción Cepco, España ha pasado de contar con 688.044 viviendas nuevas en venta en el año 2009 a un total de 557.450 a finales del ejercicio pasado, un 18,9% menos.
Casi cinco años después de que se alcanzara el nivel máximo del stock inmobiliario (en 2009), las cifras demuestran que se ha logrado reducir ese exceso de ladrillo de forma bastante suave. Durante este periodo, se ha podido vender solo una de cada cinco casas de toda esa oferta.
Solo cuando los precios de los pisos comenzaron a bajar de forma acelerada (a partir de 2011), se empezó a detectar una leve recuperación de las ventas.
El último año de recesión, 2013, coincide con ser el ejercicio en el que se ha acelerado la disminución del stock. Así, mientras en 2010 se mantuvo prácticamente estancado, en 2011 se redujo en poco más de 6.000 casas, un 0,9%. En 2012, se contabilizaron 43.000 viviendas menos en el excedente, un recorte del 6,3%. Y, por fin, en 2013, se observa un ritmo de ventas algo más significativo, ya que el stock logró disminuir en un total de 80.605 casas, un 12,6% en términos relativos.
En otras palabras, de las 130.594 casas del stock que se han vendido durante los años de la crisis, el 61% fueron adquiridas el año pasado, justo el último de la recesión cuando España abandonó las tasas de crecimiento negativas de su economía y los datos del mercado laboral frenaron su deterioro.
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